Fuerzas coaccionarias que se enfrentan. Son fuego y hielo.
Si tan solo tu cuerpo dejara de ser hielo entre mi fuego,
o si tan solo mi mente dejara la furiosa sumisión ante los pensamientos ilícitos.
Olvido el color ridículo de las voces en mi cabeza.
Y el olor de todas las intenciones incorrectas.
Y las guardo en el ático.
Hasta la proxima vez que tengas el valor de probarme.
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