lunes, 31 de marzo de 2008

Esta noche.


Hasta el mayor de los rencores soñará esta noche.
Haré que vea un anhelo lejano acercarse hasta convertirse en realidad.
La luna brillará profunda esta noche.
Podremos ver las siluetas de los álamos demarcadas en la oscuridad.
No habrá miedos ni esperanzas esta noche.
Solamente ese aire frío recorrerá nuestros cuerpos, con su inconfundible vanidad.

Nombraremos al silencio con el sopolo de la brisa
y convertiremos las palabras en besos suaves.
Recorreremos un mundo diferente en un tren de colores,
las montañas están cubiertas de flores y los campos son de seda.

Esta noche tocaré tu alma con mi sonrisa
y despeinaré tu cabello con mi aliento...

Esta noche perdonaremos cualquier error que hayamos cometido,
y sólo las estrella reclamarán nuestro perdón.

Esta noche las mariposas volarán sobre nosotros,
los círculos que tracen nos envolverán como lazos invisibles...

Entenderás al fin que sobran las palabras...
por que el silencio conduce los sonidos más bellos entre nosotros.
Por que el brillo del cielo nos encontrará contemplándonos.
Deja esta vez que te mire a los ojos sin decir nada.

Deja caer tus párpados, susurraré a tu oído.
Esta noche voy a contarte los secretos de mi amor.

viernes, 28 de marzo de 2008

mirala...

MIRALA se rompe en llanto la dulzura de su mirada
SUS largos cabellos compiten con el viento y se despeinan en el momento del trémulo soplo invernal
BUSCAN consuelo sus manos temblorosas, puedo sentir su tibieza desde aquí. Aunque su corazón lata congelado.
LABIOS como la cereza se humedecen y nublan aún más el panrama del mar.
LAS olas corren a la orilla y en su suave vaivén intentan acompañar su dolor.
EN el más descabellado arrebato de locura quiero ir con ella, dejar que descanse su piel tersa en mi pecho.
SI algún día el destino te obsequiara su mejor regalo, te dejaría contemplarla un momento, en el bello desgarro de su corazón.
¿ENCONTRARÁ en el horizonte la cura para su trsiteza?Ella la abraza, como un montruo sobre su presa.
OPRIME sus esperanzas las aplasta con su pieza más letal, la desilución.
QUIERO llorar con ella¡Si tan solo supiera que una de sus lágrimas vale más que la vida para mi!
PERO no me atrevo a encontrar su mirada. Tal vez el día de mañana arriesgue mis fuerzas y logre hablarle, por fin, frente al despiadado mar. Aquel que sí tiene su corazón.