domingo, 25 de octubre de 2009

Soledad desencadenada.

Tócame como si fuera la última vez, NUESTRA última vez.
Y así me besarás entre sábanas ilusas, arrancando las prendas de los años pasados.
Grita.
Grita y gime, amor mío. Que es de tus latidos de donde tomaré la fuerza para no desmoronarme cuando me dejes nuevamente.
Cuando nuevamente te levantes y desaparezcas entre las sombras de la noche.
Y yo quede aquí, con el cuerpo agitado y un jadeo colgando de mis labios, (de esos que una vez mas itentarán escaparse hasta tus piernas).

viernes, 23 de octubre de 2009

La nada

Veo mil credos esparciéndose por el mundo.
Un mar de dogmas sin conclusión,
sin explicación, sin razón de ser.
Sueños de amor que comienzan con fuego
y terminan burdamente en tequila y limón.
Esperanzas de martes por la tarde que acojen
grotescos matices de desencanto (de esos que tanto te irritaban)
que se pierden entre el vaivén de mediocridad.
El vacío, la ausencia de sentir,
una vez más corroe mi reputación ante mí.
Y al compás de las emociones que quedan cae tu último cigarrillo.
El último que encenderás hoy,
antes de darte vuelta y caminar a través de la puerta grande,
dejándome con la soledad que tanto crees que desprecio.
No necesitamos ser mártires de nuestro destino,
porque nos hemos convertido en marionetas del deseo.
Todo lo demás es una ficción que manipulaste sin escrúpulos
(y que por poco lograste que creyera)
para omitir nustras discapacidades, nuestros bajos instintos
y nuestras irrevocables ansias de echarlo todo a perder.
Y otra vez flotamos a la deriva entre la realidad y el temblor de las añoranzas partidas.
Otra vez la falta de escencia circunda mi vida y no me incomoda.
No quedan papeles para describir cómo me completa la ausencia de un todo.
Y como la nada es el soporte para las ilusiones desmoronadas que nunca entretejí.
No vale la pena hacerlo.
Las ilusiones traen miedos, traen mounstros y aves de rapiña.
Y basta para mí de pesares negruzcos,
de condenas mal sentenciadas ,
castigos inútiles para los que creyeron tu ficción.
Tu cuento viejo de corazones embelesados,
y hadas mágicas cuyas alas arrancaría de buen gusto.
Para mi no más cantos de sueños adyacentes a la esperanza.Ni credos pestilentes.
No más.

jueves, 22 de octubre de 2009

00:07

Quiere que calles. Quiere que beses el ensueño de decirte SUYO y que afloren impudicas declaraciones del silencio, mientras olvidan las ropas que les están pesando cual trastos obsoletos y se arrancan de una vez el pesar de no ser uno.
Afuera la ciudad duerme. La lluvia trajo consigo la decisión rotunda de mezclarse entre aromas de verano torrencial. Y nada puede refrenar el capricho de sus cuerpos sedientos y del grito ahogado que ella declara...que tú respondes...que a ambos arrebata el rítmico susurro del adiós.
Pero no habrá esta noche adiós alguno. Hoy la última palabra la tiene el dosel-a quien ambos están rendidos - la vesania y el alba.
Aunque sabes bien que esta vez a la noche jamás procederá el alba.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Incendios de nieve

Entre sonrisas pudorosas (y sin poder soportar acallar un segundo más nuestros instintos) me tomaste de la mano y nos lanzamos a correr.
¡Vaya tumulto de corazones desbocados deslizándose por la acera, en el centro de la ciudad!
Riéndonos en el impacto del sueño desaforado y bajo la negligencia de creer en el amor eterno.
Del amor adolescente, de los impulsos adolescentes.
Secretos entre sábanas de cromo y desvelo perpetuo de mis dedos al recorrer tu morfología. Saltos de emoción por nuestras ambiciones partidas y lágrimas de impotencia.
Ventanas rotas, lluvia de cristales y miedo. Siempre miedo.
Escapistas de la música, sonrisas de tornasol y resplandor de abril dorado.

Invierno.
Primavera.
Verano.
Fue ella para mí.