domingo, 31 de enero de 2010

Pendjab.


Me asfixia el estarte queriendo ver más que antes.
Me sorprendió lo fácil que se me había hecho, lo simple que fue encontrar dispersión en otras distracciones.
Pero ahora está acá y una vez más muero por hundirme en su perfume.
Nuevamente la dicha sombría de saber que soy libre y que a mi antojo me puedo mover, y el miedo que consagra la contradicción de que sea esa libertad la que me pesa de vez en cuando.

Atada de pies y manos a la sonrisa tentadora que ya casi no recuerdo.
Bloqueos mentales, mis líneas se están secando, ¿no ves? necesito un poco más de vos para transcrbirte.
Aunque corra el riesgo de ser aprisionada nuevamente.
Quien sabe, quizá es eso lo que quiero.
¿Vas a atraerme hacia ti, esta vez?
¿Vas a atarme?
Porque estoy esperando a que me busques un poco para ceder.

Creo que me vuelvo presa fácil cuando me mezclo con tu sabor rebelde.
A veces te pasa también.
A veces nos olvidamos las dos y a aveces nos volvemos a encontrar.
¿Qué quedará después?
Será preocupación futura en mi mente, ahora sólo quiero embriagarme en tu falta de cordura otra vez.

She's a Killer Queen.
Gunpowder, gelatine;dynamite with a laser beam,
guaranteed to blow your mind.
Anytime.
Recommended at the price,insatiable an appetite,
wanna try?
yeah, you wanna try.

sábado, 30 de enero de 2010

Wonderland


Serán alucinaciones las que en esta noche tumultosa imprimiré en tí: luz de luna, amnesia y simulacros de mí.
Saltarás nuevamente entre la putrefacta multitud y haré piruetas para concordar con tu imagen.
Y correremos.
Pero no, otra vez no, porque el incendio es irreversible.
Entonces no calles, grita, aunque lamentablemente ya no queden entre los papeles amarillentos motivos para hacerlo.

¿No ves?(yo creo que si).
¿No ves?(nada me hace dudar).
¿No ves?(yo creo que si).
¿Que hay a través del espejo?
Silencios burdos y negras sonrisas mordaces de los que traje antes que a tí.
Es la hora del té y allí está tu invitación.
A este mundo de magia donde glaseados de chocolate encontraron mejor residencia en la conciencia de Andersen; y del que Carroll se llevó su blanco relojero para regalarnos cuervos austeros.
Cruza el cristal y observa a los colores formar el irónico cotillón que precede a la hora mortuaria. No creas jamás en su tornasol, porque las pompas de jabón han pasado a ser prisiones de elite, sólo desde adentro comprendes donde están los eslabones.
No hay vida o muerte donde no hay tiempo: destruimos aquí tus sabores favoritos y los remplazamos por cigarrillos; y censuramos tus sonrisas para convertirlas en arcadas.

Si el fulgor te seduce a entrar, hazlo.
Todo tiene su precio.
Cenaste mi corazón y desayunarás pesadillas.
Avanza, tus pies de nieve se hundirán entre las colillas y las botellas trizadas, tus ojos encontrarán faroles rojos y pornografía de los cincuenta...¿Puedes verla? Marilyn saludándote desde el suelo corroído y saturado, con los labios de terciopelo que siguen siendo tu anhelo más secreto.
No creas que lo mantendremos en silencio por mucho tiempo. Solían ser amigos los que ahora son aves de rapiña a tu alrededor, disputándose el futuro de tus ambiciones entre ases y jokers.

No parecen haber reglas en este agujero y es cierto que no las hay. Antes de cerrar la entrada rociamos los documentos con gasolina de alguna parte de Medio Oriente y carcajeamos hasta verlos arder.
Despues festejamos con algunas líneas inmundas y carentes de elegancia, para rendirle honor a todas las veces que fuiste tú quien lo hizo.

¿Qué tan alto llegarás antes de caer?
¿Cuántas indiscreciones te haremos probar, prometiéndote que con ellas podrás escapar?

No intentes averiguar. Disfruta el pánico que aquí te ofreceremos, porque es el único lugar en el que te lo darán disfrazado de madicamentos multicolores.

Otra vez me retorceré por tí, te conseguiré una última inspiración.
Invoqué por tí a mi amnesia, pero todo tiene sus consecuencias y en algún momento debías ajustar cuentas con mi cordura.
Ahora avanza, no le has dado muchas alternativas a tu sinuosa vida. Da el gran paso y cae más allá del cristal,porque a pesar de todo tengo la turbada esperanza de encontrarte otra vez, ahora de mi lado del espejo.

domingo, 24 de enero de 2010

"El violín encantado" G. Leroux


Eran unas milagrosas rosas rojas que parecían brotadas allí esa misma mañana, en la nieve. Era un poco de vida entre los muertos, porque la muerte estaba allí en todas partes , y salía también de la tierra que arrojaba su exceso de cadáveres.
Contra la pared de la iglesia habían amontonados craneos y esqueletos sostenidos unicamente por una ligera red de alambre. Las calaveras, amontonadas y alineadas como ladrillos, y consolidadas en los intervalos por huesos limpiamente blanqueados, parecían formar el primer cimiento en que se habían edificado los muros de la sacristía.

viernes, 22 de enero de 2010

Warning!


Ya puedes empezar a temblar, ella está suelta.
Ha roto muchos corazones y realmente no le importa acabar con uno más.
Si quieres tenerla utiliza tu vista periférica, pero que ni se te ocurra dejarla entrar.
Dentro de su traje trae un secreto que es dinamita y entre sus dedos se esconden todas las preguntas que te has hecho.
No intentes saber su nombre, ni siquera busques su dirección.
Sólo la encontrarás en el magazine del ayuntamiento de tu ciudad. En una edición que la iglesia prohibío y el demonio envidió.

Todos la amaron y acabaron con la soga al cuello.
Ella asistió sonriente a sus ejecuciones, vestida de noche y disfrutando caviar.

Allí está.
Mírala y codíciala, pero no respires su perfume.
Más bien te diría que huyeras ahora que estás a tiempo.
No cometas el mismo error que yo.

domingo, 17 de enero de 2010

La neblina

Al fin ha llegado el momento: el imbécil temblando de rodillas, apestando a alcantarilla y sudor, buscando el segundo exacto para escabullirse.
¡Cómo si tuviera oportunidad alguna de hacerlo!
No es casualidad que el metal esté ahora acariciando su encrispado cabello y su sien ya casi saboree el cruento plomo a descargar. No, hay aquí una taciturna preparación previa.
Siento que nisiquiera es necesario presionar el gatillo, las arrebatos de furia describen parfectos círculos en torno a él y sin problema podrían hacer el trabajo por mi.
En los ojos del asesino veo sus cadáveres, aun frescos y palpitantes. Aun pidiendome el auxilio aterrado a través de una bruma sedosa de tiempo y espacio.
La ira ha aumentado una vez más, si eso es posible.

De mi mano libre cuelga un crucifijo. Las emociones desbordadas han hecho que su cadena se hunda en la carne de mi mano contraída, pero aún así el opulento dije plateado no deja de balancearse y resplandecer.
Entre las sombras de la noche no puedo prestarle atención a los mensajes que me envía, pero algo en mi corazón percibe los latidos que emite y mis dedos aflojan levemente el arma.
La sabandija lo nota y se prepara para correr, mientras mi cuerpo se transforma en una balanza descompuesta. En una fracción de segundo la imagen de los cuerpos degollados, los funerales, las noches de dolor y las lágrimas se ajustan nuevamente sobre el gatillo. Al mismo tiempo el crucifijo pesa en mi mano y quema mi necesidad de justicia todo lo que el implica.

El tiempo se ha convertido en oro. La desición está allí.
Sobre mi cabeza la noche oscura se ha abierto y los más profundos credos insultan esde arriba mi falta de templanza. ¿ O lo hacen desde abajo?...si tan solo pudiera discernir cúal es la voz que me habla a través de las olas de confusión en mi mente.
-Humano,- suspira un grito profundo- ¿quien eres tú para acabar con la vida de este miserable sin redención?
-Hombre, -farfulla una nueva voz -¿Realmente te crees tan grande cómo para decidir sobre el destino de tu par?
Pero el destino ya ha escogido, soy yo quien tiene el arma y él quien me mira suplicando piedad desde abajo.
-Oh, vamos- dice la primera voz- ¿Te transformaras en otra alma perdida? ¿Dejarás que tu furia dirija el camino de tu eternidad?
La segunda ríe a carcajadas y le escupe a la otra:
-Si eres tan magno, ¿por qué crees que este simple mortal posee la capacidad de desafiar a tus ordenanzas? ¿No eres acaso el poder supremo? Ahora este montón de carne tiene en sus manos una desición que creías sólo tuya.
La sagunda voz dentro de mi cabeza, se dirije a mí ahora:
- Hombre, tienes la desición por encima de nosotros. ¿Qué es asesinato? El imbecil que te habla aquí, al lado mío, es demasiado débil para aceptar que hay en tí tal poder. Pero ¿Sabes qué? Yo no veo en tí poder alguno. Un corazón pestilente y una bala es todo lo que se perderá hoy. Las discuciones en tu cabeza me aburren, porque aquí apesta a credos no cuestionados, yo me largo.
La segunda voz desapareció y quedó la primera, creyendo que había ganado y que mi alma estaba salvada. ¿ O era yo quien lo creía?
Silencio.
Las voces sólo gritaban desde dento mío.
Qué más da. La sabandija nunca las escuchó, para nadie más existieron y ambas perfectamente pueden haber sido ficción de un libro más antiguo que todos en esta ciudad indiferente.

Lo observo.
Sangre de los cuerpos muertos y los ojos de un hombre que merece el mismo destino.
Velas blancas y amarillas en un camino hacia un altar en llamas.
Costumbre jamás criticada que se ha acentado en el vientre de mis principios y mi mente nublada.
Imágenes.
Gritos.
Colores.
Sombras.
Bruma.
Niebla en una mente que ha perdido estabilidad.


El crucifijo ha caído, el arma ha sido secuestrada por la sabandija.
Que gira hacia mí.
Que sonríe.
Que dispara sin siquiera apuntar, un trámite más en tu tranquila conciencia.
Y mi cadaver cae, en el momento exacto para reunirse con el de los que no han sido vengados.

viernes, 15 de enero de 2010

Como siempre

Voy a bailar a medida que nos desvestimos.
Voy a sonreir por tus ansias de acariciar el recuerdo.
Sabes bien que somos momento fugaz y siempre lo hemos sido. (Y siempre lo seremos).
Asique procede igual que la ultima vez, que estamos aún aquí y sabemos con exactitud lo poco que durará.
Algo en nuestros corazones chasqueará cuando por fin yo deba partir, pero una vez más pretenderemos no haberlo oído.


No, no traigas fantasmas, querido, a una noche que ya es rito entre los dos.