jueves, 31 de diciembre de 2009

Acá.

Me siento bien.
Viviendo tanta libertad como un humano puede, mezclándome tanto con la vida como se me está permitido.
Me siento bien.
No necesito nada más, aquí es donde la gente viene a completarse.
Estoy en paz porque sé que aún no quiero volver.
Pero cuando lo haga estaré renovada, con nuevas ilusiones y memorias flouroescentes. A seguir con las cosas que dejé a la mitad en el camino, cuyo accionar había planeado y decidido con la seguridad de la última vez.
Pero ¿Querrás que las complete?
Curiosamente no es algo que me importe acá. Tal vez vuelva y hayan nuevos problemas en mi cabeza. Pero, por favor, no vengas ahora a ofuscar mi mente. Aunque tal vez te esté extrañando, he intentado no llamar mucho a tu recuerdo, excepto aquel que me hace carcajear de felicidad cuando vuelve.
Así es como te has quedado conmigo. Lo demás no sirve, lo demás es basura inexistente en los recovecos de mi mente.
Acá saboreo oleadas de felicidad irresponsable y plenitud.. y se despeja mi mente, surgen cambios en ella. ¿Cambios definitivos?
Ya se verá, pero es en ESTE LUGAR donde al fin puedo descansar.
Ojalá pudiera nunca abandonarlo.

sábado, 19 de diciembre de 2009

wishes

Quiero retroceder ser un momento de esos que fuimos cuando no importaba lo que pasaba alrededor.
Quiero que seas frío y calor junto a mi pulso desenfrenado.
Quiero que entiendas que sin objeciones reviviría los minutos que te prestaste para divagar conmigo en un mundo lejano a este.


Me niego a pisotearlos y mandarlos a volar.
Porque sinceramente ahora prefiero volar con vos.
Y ya te expliqué que ESTO no es sobre sentimientos, es sobre lo que queremos.
Y yo quiero que dure un poco más, porque me enloquecés en exceso cada vez que te tengo.
Quiero que te olvides y olvidarme de las dudas. ¿Para qué te sirven si en esto que te pido no hace falta razonar?
No me gusta cuando razonás, porque perdés el aire fresco de indulgencia que tanto me gusta, no malísimo, que aburrido.

I WANT YOU.
Te quiero para que me rías en el oído y me des besos de frenesí. Para que me obligues a abrazarte cuando hay un ENORME PÚBLICO DE ALBAÑILES observándonos, a pesar de que es algo que en ningun otro momento habría hecho. Para que me dés ganas de alocarme o ganás de sentir lo incorrecto. ¿Por qué será esto? Tal vez sean tus efectos secundarios, no sé.

El punto es que no quiero marearte, no quiero crearte confusión con mis desiciones que vienen y van. Se atascan y desaparecen.
Pero ya ves que soy un niño perdido cuando intento cometer acciones premeditadas. Ya lo has comprobado.Asique, mierda, no me hagas premeditar las cosas.
Tomame y soltame, vaciame y llename, que así es como funciono yo y sé que lo vas a hacer muy bien.

NO SABÉS que tanto espero que no vuelvas a decir "es demasiado tarde". Nena, cuanto odiaría no probar el sabor de tu cianuro siquiera una vez más.
Es que es tan misterioso el color de lo equivocado. Y me pinta ensueños tan perfectos tu imagen perdiendo la cabeza conmigo.

No quiero que nos dejemos.
No importa que sea verano, invierno o primavera, no importa a cuántos más podamos tener.
¿Qué más da? No importa que seamos cosa de un momento.
Si es tu cianuro el que quiero, entonces también quiero esa oleada de aire fresco y violento que sos para mi.
Porque es una que realmente ha podido volar mi cabeza.

Penoso joven facilismo

Porque, ya lo has visto, somos víctimas de la casualidad, aunque tal vez en tus ensueños te hayas visto seducido por la dulce comodidad del destino.
¿Destino? Hombre, eres patético. Esa es la cortina en la que te has escondido toda tu vida, deseando que sea alguien más quien lleva la carroza donde están tus actos errados.
No me arrastres hacia tal pérdida de tiempo y de razón.
No me interesan tales muestras de sumisión.
No, no grites, ya no eres mi amor.
Desesperados tus intentos de echarlo todo a perder, confiando en que alguien superior lo arreglaría a último momento.
¿Superior a tí? ¿Superior a mí?
No he visto eso en mi vida, querido.
No he visto exactitud vivente más suprema que la de nuestros cuerpos, la de nuestras mentes, ejemplos autónomos de máquinas de perfección.
No voy a creer en algo de lo que me hablas como si fuera un niño escuchando su última fantasía antes de dejarse envolver por los argumentos del sueño.
Crece ya, que es por algo que me he enamorado de ti.
Acepta que si todo se ha echado a perder es por nuestros actos y sólo ellos son capaces de solucionarlo.
No voy a caer en tu costumbrismo, hombre facilista.
Será más cómodo el dosel de tus ilusiones, pero aquí donde estamos los que vivimos la realidad no hay pretensiones de satén, porque hasta los géneros más finos se rajan con las uñas de la fría verdad.
¿Donde estarás tú, joven desganado, cuando nosotros hayamos aprendido a salir aireosos de la batalla?
Quédate en tu trono de míticas excusas, nosotros,los despiertos, iremos a pelear.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Esfuerzo.

La noche está fría, amor.
Y vos me has pedido que te busque, aún sabiendo que es imposible que te encuentre.
Para vos es divertido y, debo admitir, para mí también lo es.
Estamos en desigualdad de condiciones.
Vos liderás la carrera y yo corro atrás intentando alcanzarte. No me molesta, porque es algo que me he comprometido a hacer. Y no sabés cuanto estoy ganando mientras pierdo.

Pero vos me seguís repitiendo, me seguís empujando a que te busque.
Alimenta tu ego el saber que lo voy a hacer de todos modos.
Te escondés porque disfrutas ver mis esfuerzos para encontrarte,aún cuando yo intento disimularlos lo máximo posible. Me animás a que lo siga haciendo.
No voy a mentirte, no se me va el corazón en esto.
Pero creo que estás siendo egoísta.
No por pedirme que corra detrás de vos. Sino por ponerme tantas trabas.
¿No sabés que es suficientemente dificil perseguirte mientras escucho en el aire la contagiosa explosión de tu risa?
¿No entendés como coaliciona ella contra mis esfuerzos desenfrenados?

He entrado en un frenesí, corazon.
Tal vez es tu risa la que me impide frenar o tus modos despreocupados los que me llevan a chocarme conta la pared.

Entonces río. ¿Qué clase de vil arma has utilizado para enredar mis pensamientos?
Entonces lloro. ¿Hasta cuando seguiré en este conciente vaivén de emociones alocadas?
Veneno, veneno, veneno.
Un pozo del que no puedo ,ni me interesa realmente, salir.

Pero hay algo que no estoy entendiendo.
Así como me tenés, apremiándome a que siga persiguiendo a ciegas el dulce sabor de tu mente incoherente, he encontrado una falla.
Quiero seguir probando, me quiero seguir arriesgando. Pero me lo estás poniendo muy dificil.
Tanto que hoy me desperté con la idea de renunciar.
Es que si yo estoy aquí(y no has entendido lo extraño que es eso en mí), dejándome envolver por tu risa de locura y aceptando seguirte, ¿no podrías al menos tener la consideración de dejarme hacerlo?
¿De amainar esos actos de frialdad, de desinterés?
Me aprece que merezco un poco más tu atención, porque por vos he renunciado sin quejarme a cosas que no te imaginarías. Y o me quejo porque ...no, hay cosas que no quiero decirte de ésta manera, no en este momento.


Lo que intento decirte es que estoy acá. Que quiero tu atención y que la QUIERO HOY.
Asique dejame mostrarte hoy qué tanto la merezco.
Encontrame, mirame y disfrutame, porque había planeado mostrarme sin trabas hoy, abrirme por primera vez a vos y hablarte de cosas que generalmente evito.
Pero una vez más nos lo estás complicando.
Yo sí creo que nuestras locuras despiertan interés en vos,entonces ¿no podés intentar SÓLO POR HOY dejar que te encuentre?

No ponga excusas. Juntate conmigo:)

domingo, 13 de diciembre de 2009

De todos modos lo voy a hacer.

Ah, si?
Asique no querés más de esta mierda?
Sabés que pasa? Que yo SI quiero más.

El problema es que vos no entendes qué es mi corazón.
Mirá. La gente suele dibujar corazones que son rojos, perfectos. Simétricas gotas rojas como rubíes creando conmoción de amores supremos.
Me temo que el mío no es así. Y no lo voy a describir, porque creo que al menos un poco has notado los gajos enroscados que lo conforman.
Y si vos crees que ésto es mierda, qué debería pensar yo?
Yo me estoy disponiendo a perder, yo acabo de dar una ilusión por perdida.
Yo acabo de agarrar ese proyecto de órgano desfigurado y lo he tirado a un túnel sin salida. Este montón de ilusiones que soy, al cual le ha empezado a dar verguenza el aspecto que tiene su corazón, ha decidido aún así aceptar lo que está diciendo(y usar sus labios para reproducirlo).
He dejado de creer que esto sea denigrante. He dejado de pensar que tengo que dar vueltas con lo que digo.
Denigrante es que no me creas.
Denigrante es que se te llegue a cruzar por la cabeza la idea de rechazarme, cuando estoy acá, a pesar de todo.
No, nena. Así no van las cosas.
Dame un día o dos para que te lo haga entender.
¿Qué importa si me cuesta?
No pienso que seas tan fría como decís. No pienso que te importe tan poco cómo aparentás. Podés buscar tu diversión donde quieras, pero... ¿Realmente me has probado? ¿ Realmente sabes lo que soy?
¿Realmente has entendido lo muy extrañamente que me estoy comportando por vos?
No.
Entonces no me vengas con esas cosas. No a este caniche, no a este lion.
Porque no entendés los enredos de su mente, que nunca funcionó como la gente esperaba, que siempre se puso adelante de todos en un "vivir o morir" que se parecía más a una batalla por el orgullo que a un instinto de supervivencia.

Aceptá NUESTRA locura, NUESTRA confusión. Aceptá que las contradicciones y las inseguridades no son sólo mias. (Si es que me queda alguna inseguridad aún).

Yo no voy a¡ dejarte correrme del tablero, corazón. Y menos acá.
Sabés por qué?
Porque curiosamente, y aunque no lo creas, esto sí me IMPORTA.
Asique dejame jugar.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Miracle

Fuerzas coaccionarias que se enfrentan. Son fuego y hielo.
Si tan solo tu cuerpo dejara de ser hielo entre mi fuego,
o si tan solo mi mente dejara la furiosa sumisión ante los pensamientos ilícitos.
Olvido el color ridículo de las voces en mi cabeza.
Y el olor de todas las intenciones incorrectas.
Y las guardo en el ático.
Hasta la proxima vez que tengas el valor de probarme.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Demolición

Ahora tómame de la mano y echémonos a volar.
O a correr, o a bailar.
Que es llanto sobre lágrimas cada segundo que se nos va.
Tus manos, tu sonrisa y el desvelo que no está.
¿Ahora puedes sentirlos? Ahora se hacen realidad.

Desenvolviendo las emociones y atropellando razones, te encontré.
Ahí, trémula y serena.
Canción y prosa,
invierno y primavera.

Sueños entre estrellas para mi noche nublada,
para mis prematuros ideales,
para mi mente acallada.

De pronto, todo entra en ebullición, todo fuera de control.
Besos desesperados, ridícula prosa ligera.
Ansiedad adolescente, música estridente y adicción.

Cuatro paredes o un paredón, será siempre tu canción.
Cuatro paredes o un paredón, será siempre tu elección.

Perdición, incorreción.
Locura, inconexión.
Basta, es demasiado,
todo esto ha distorcionado mi razón.
Ya no puedo parar,
tómame la mano y a volar, corazón.

domingo, 25 de octubre de 2009

Soledad desencadenada.

Tócame como si fuera la última vez, NUESTRA última vez.
Y así me besarás entre sábanas ilusas, arrancando las prendas de los años pasados.
Grita.
Grita y gime, amor mío. Que es de tus latidos de donde tomaré la fuerza para no desmoronarme cuando me dejes nuevamente.
Cuando nuevamente te levantes y desaparezcas entre las sombras de la noche.
Y yo quede aquí, con el cuerpo agitado y un jadeo colgando de mis labios, (de esos que una vez mas itentarán escaparse hasta tus piernas).

viernes, 23 de octubre de 2009

La nada

Veo mil credos esparciéndose por el mundo.
Un mar de dogmas sin conclusión,
sin explicación, sin razón de ser.
Sueños de amor que comienzan con fuego
y terminan burdamente en tequila y limón.
Esperanzas de martes por la tarde que acojen
grotescos matices de desencanto (de esos que tanto te irritaban)
que se pierden entre el vaivén de mediocridad.
El vacío, la ausencia de sentir,
una vez más corroe mi reputación ante mí.
Y al compás de las emociones que quedan cae tu último cigarrillo.
El último que encenderás hoy,
antes de darte vuelta y caminar a través de la puerta grande,
dejándome con la soledad que tanto crees que desprecio.
No necesitamos ser mártires de nuestro destino,
porque nos hemos convertido en marionetas del deseo.
Todo lo demás es una ficción que manipulaste sin escrúpulos
(y que por poco lograste que creyera)
para omitir nustras discapacidades, nuestros bajos instintos
y nuestras irrevocables ansias de echarlo todo a perder.
Y otra vez flotamos a la deriva entre la realidad y el temblor de las añoranzas partidas.
Otra vez la falta de escencia circunda mi vida y no me incomoda.
No quedan papeles para describir cómo me completa la ausencia de un todo.
Y como la nada es el soporte para las ilusiones desmoronadas que nunca entretejí.
No vale la pena hacerlo.
Las ilusiones traen miedos, traen mounstros y aves de rapiña.
Y basta para mí de pesares negruzcos,
de condenas mal sentenciadas ,
castigos inútiles para los que creyeron tu ficción.
Tu cuento viejo de corazones embelesados,
y hadas mágicas cuyas alas arrancaría de buen gusto.
Para mi no más cantos de sueños adyacentes a la esperanza.Ni credos pestilentes.
No más.

jueves, 22 de octubre de 2009

00:07

Quiere que calles. Quiere que beses el ensueño de decirte SUYO y que afloren impudicas declaraciones del silencio, mientras olvidan las ropas que les están pesando cual trastos obsoletos y se arrancan de una vez el pesar de no ser uno.
Afuera la ciudad duerme. La lluvia trajo consigo la decisión rotunda de mezclarse entre aromas de verano torrencial. Y nada puede refrenar el capricho de sus cuerpos sedientos y del grito ahogado que ella declara...que tú respondes...que a ambos arrebata el rítmico susurro del adiós.
Pero no habrá esta noche adiós alguno. Hoy la última palabra la tiene el dosel-a quien ambos están rendidos - la vesania y el alba.
Aunque sabes bien que esta vez a la noche jamás procederá el alba.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Incendios de nieve

Entre sonrisas pudorosas (y sin poder soportar acallar un segundo más nuestros instintos) me tomaste de la mano y nos lanzamos a correr.
¡Vaya tumulto de corazones desbocados deslizándose por la acera, en el centro de la ciudad!
Riéndonos en el impacto del sueño desaforado y bajo la negligencia de creer en el amor eterno.
Del amor adolescente, de los impulsos adolescentes.
Secretos entre sábanas de cromo y desvelo perpetuo de mis dedos al recorrer tu morfología. Saltos de emoción por nuestras ambiciones partidas y lágrimas de impotencia.
Ventanas rotas, lluvia de cristales y miedo. Siempre miedo.
Escapistas de la música, sonrisas de tornasol y resplandor de abril dorado.

Invierno.
Primavera.
Verano.
Fue ella para mí.

viernes, 28 de agosto de 2009

Parábola de los ilustrados

Veo la vida pasar como un cauce de sueños ajenos, aguardando que llegue mi momento de ponerme a navegar.
Entre los vaivenes que no experimento encuentro tu imagen, perdiéndose en las olas nauseabundas de la multitud. Lo que resta de felicidad en mí, que sólo es felicidad a costa del asqueroso suplicio de otros, se interrumpe al llegar el desasosiego de encontrarte lejos, de no poder aferrar tus manos con mis dedos quebradizos.
La pestilente humanidad corre en sincronía hacia el mismo lado persiguiendo un cebo tentador e irreal y no puede entenderme ajeno a la movilización de la clásica ambición popular, tan burda y vulgar.
El hedor de las esperanzas desmoronadas no puede impregnarse en mi piel, porque he encontrado la táctica necesaria para evadir el dolor. El tedio de la rutina y la putrefacción del olvido son ejes desconocidos para quien ha vivido una vida entre la sombras de la conciencia. Hay quienes nos hemos despertado a tiempo y descubrimos la manera de evitarnos las penurias y así permanecimos aislados, fuera del cauce de vértigo y excitación.
Sobre nuestras cabezas ronda un ave de rapiña, un apocalipsis de plumas negras esperando por que nos descuidemos y caigamos en el desconcierto general, para enredarnos con sus hilos y sumarnos a su carnaval de marionetas grotescas.
Debemos enhebrar audaces estratagemas para no caer en las trampas del ensueño desprevenido. Aprendimos la receta para no mezclarnos con la hipocresía colectiva y aún así envidiamos a los que lo hacen. Miramos con resentimiento su ignorancia, imaginamos un pasado en el que no nos separamos de ella y nos deseamos dentro del cauce de gente apurada, con preocupaciones nimias y efímeras.

El privilegio del amor se nos fue quitado. No hay tiempo en mí para los lujos de la amistad y el egoísmo. Soy parte de la entidad anónima que ata cabos y es artífice de lo que llaman destino. Los placeres físicos son costumbres insignificantes que maquinan nuestros cuerpos abnegados y atreverse a exponer lo contrario es sellar una carta de exclusión hacia la vaciedad de lo cotidiano, es resignarse a fluir con la tentadora corriente.

Aquí somos más necesarios. Aquí protegemos la equidad de los estados y, en el fondo, nos volvemos cada vez más cómplices del mecanismo al que nos oponemos. Somos pocos. Somos los señores de la verdad y de la comprensión infinita, somos el solitario secreto de la vida.

Somos espíritu y lloramos a oscuras lo que hemos perdido. Somos carne y festejamos a gritos lo que hemos ganado.

Somos polvo luchando contra el vendaval y cortando hilos aquí y allá. Para multiplicarnos, para triunfar contra el conformismo módico. Para hacer luz y despertar conciencia, arrastrando a otros a la orilla, a salvarse del cauce feroz y a formar parte de nuestras codiciadas filas.

Pero, aguarden…No salvaremos a muchos, ¡Jamás perdamos la virtud de nuestra estirpe!

"La Muerte" Baudelaire

CXXI LA MUERTE DE LOS AMANTES

Tendremos lechos llenos de olores tenues,
Divanes profundos como tumbas,
Y extrañas flores sobre vasares,
Abiertas para nosotros bajo cielos más hermosos.
Aprovechando a porfía sus calores postreros,
Nuestros dos corazones serán dos grandes antorchas,
Que reflejarán sus dobles destellos
En nuestros dos espíritus, estos espejos gemelos.
Una tarde hecha de rosa y de azul rústico,
Cambiaremos nosotros un destello único,
Cual un largo sollozo preñado de adioses;
Y más tarde un Ángel, entreabriendo las puertas,
Acudirá para reanimar, fiel y jubiloso,
Los espejos empañados y las antorchas muertas.


CXXII LA MUERTE DE LOS POBRES

Es la Muerte que consuela, ¡ah! y que hace vivir;
Es el objeto de la vida, y es la sola esperanza
Que, como un elixir, nos sostiene y nos embriaga,
y nos da ánimos para avanzar hasta el final;
A través de la borrasca, y la nieve y la escarcha,
Es la claridad vibrante en nuestro horizonte negro,
Es el albergue famoso inscripto sobre el libro,
Donde se podrá comer, y dormir, y sentarse;
Es un Ángel que sostiene entre sus dedos magnéticos
El sueño y el don de los ensueños extáticos,
Y que rehace el lecho de las gentes pobres y desnudas;
Es la gloria de los Dioses, es el granero místico,
Es la bolsa del pobre y su patria vieja,
¡Es el pórtico abierto sobre los Cielos desconocidos!


CXXIII LA MUERTE DE LOS ARTISTAS

¿Cuántas veces tendré que sacudir mis cascabeles
Y besar tu frente ruin, triste caricatura?
Para acertar en el blanco, de mística natura,
¿Cuántos? ¡Oh carcaj mío! ¿Cuántos venablos perderé?
¡Consumiremos nuestra alma en sutiles complots,
Y derribaremos más de una pesada armadura,
Antes de contemplar la gran Criatura
De la cual el informal deseo nos llena de sollozos!
Los hay que jamás han conocido su ídolo,
Y estos escultores condenados y señalados por una afrenta,
Que van martillándose el pecho y la frente,
No tienen más que una esperanza ¡extraño y sombrío Capitolio!
Y es que la Muerte cerniéndose como un nuevo sol

sábado, 22 de agosto de 2009

No tengo tus ojos, no tengo tus manos, no tengo tu risa, suave y provocadora como un afán de verano, No tengo la piel blanca , ni tu cabello extravagante, no conozco de tí un ápice de lo que desearía y no he sentido tu tacto ni una millonésima vez de lo que se que necesito para mantenerme con vida.
Desconozco plenamente la magia de tu compañia, y no es por que no la tenga, es porque la existencia misma no alcanzaría para demostrarme la maravilla de la proximidad de nuestros cuerpos y del fluir de nuestra conversación. Ignoro cuál sería el brillo de tu ojos al escucharme decir algo interesante, algo sensato, porque no hay lugar para la sensatez cuando de ti se trata. Todo se nubla, todo adquiere ese ilógico colorido envolvente, cuando se ajustan sobre mí tus palabras y el siseo de tu voz que me desarma.
¡Oh, el brillo de tus ojos! Día y noche me pregunto cual es la pena que debo pagar para no merecerlo y para merecer, en cambio, el suplcio de no tenerlo! De tus ojos profundos, de tus ojos hinchados, de tus ojos tristes, de tus ojos emocionados, de tus ojos empañados por las lágrimas, de tus ojos temblorosos, de tus ojos seguros, de tus ojos que me provocan desvelo y fasinación, de ellos no poseo nada, sólo las vagas miradas que nada significan, por estar perdidas, dedicándose a inventar que se yo que nuevo misterio que dirás y que me atrapará , es inevitable que lo haga.
No puedo atrapar entre mis manos tu aroma a canela, dulce como la primavera, escurridizo como una tarde de sol que lllega a su fin. Fresco como el rocío, con su típica ventisca matutina. Embiragador como nuestra juventud, como el frenesí que domina nuestro espíritu.
Tu voz, que dibuja incorpóreas morfologías sobre lo que queda de mí, atraviesa el espacio que mi cuerpo ocupa y se hunde armoniosamente y me hace girar sobre la nada, entre tu tono suave y el temblor de tu música. Tu voz, la más simple de las poesías, tu voz que no tengo.
Tanto de tí que no tengo y tanto de mí que he perdido.
Tu andar despreocupado y el enigma de tus pensamientos.
Tus frases altaneras y el secreto de tus sentimientos.
Tu soledad, tu risa dulce.
Tus expresiones, que ocupan el mundo entero para mí.
Lo que te doy y lo que no puedo darte.
Lo lejos que te encuentras.
Lo difuso de mi razonamiento ,lo estúpido de mis actos y la temeridad de los tuyos.
El misterio, la curisidad que me despiertas, la aprensión, la desolación, los desvelos, el embeleso, el temblor de mis manos cuando las tuyas están cerca.
La saguridad que pierdo, que parece sólo alimentar la tuya.
Tal vez sea que de mí no tengo nada, pero que de tí lo tengo todo. Tengo en mí lo que necesito de tí. Lo que puede mantenerme en pié y lo que me llena nuevamente de los anhelos y de las esperanzas que persisten en mí.
El anhelo de tener tus ojos, el anhelo de conocer tu tacto, de develar los misteros de tus pensamientos, de la lluvia torrancial que es tu mirada encandilante. De seguir elevándome entre tus susurros y de justificar mis enloquecidas acciones contigo. De perderme en tu risa funesta y alegre, glaciar y abrasadora, que hace brotar mi propia risa desde algún lugar de mí que desconozco.
Tal vez sea la parte tuya que siempre acogí en mí.

viernes, 14 de agosto de 2009

El destino

Si la vida atravesara una piedra en cada uno de los senderos que decidiésemos tomar. ¿Cómo podríamos saber cual es el correcto? Al fin y al cabo en todos terminaríamos cayendo. Al fin y al cabo nos sentiríamos traicionados por la vida misma, en la cual tanto confiábamos, la que nos pintó lienzos de tantos colores, la que nos hizo saborear el gusto de remontar vuelo y que derepente, tiñe de negro la certidumbre y arranca las alas que nos había dado. Y lo peor es que mientras más alto hemos volado, más dura es la caída, o al menos eso dicen.
Y yo sí que volé alto. Tanto tiempo volé… solía regocijarme con el dulce viento de los buenos tiempos y con el vértigo del amor, los límites eran los que la imaginación imponía… yo estaba tan viva que nadie podría haberme dicho jamás que yo no era la vida misma, que en mi cuerpo no era donde se entretejían los afanes del destino y que mis sensaciones no eran el reflejo del alma de la humanidad. Simplemente no le habría creído, porque en mi pecho ardía la impaciencia de planear, de probar todos los caminos, de hacerme conciente de la realidad magnifica que me había tocado vivir. Volaba tan alto en aquellos días, en los días en los que creía que hasta el más sagrado trato podría sellarse con un beso…
Pero el destino, aquel destino que yo comandé en algún tiempo, se fue salvaje, a las manos de alguien más, de un desconocido, de un perfecto extraño que supo hacerse de él mejor que yo, con una simple mirada de sus despiadados ojos. Yo había dejado que una de las posesiones que me hacía dueña de la Vida, se escapara de mis manos, cómo la arena rebelde, incapaz de contenerse entre mis temblorosos dedos. Y ahora él poseía algo que me había sentido orgullosa de tener. Ahora él me arrebataba el Destino. Se llevaba mi destino y con él mis colores, mis alas, mi vuelo. Mi mundo quedó reducido a negrura, y a dolor. El dolor de la caída a la cual nunca había temido.
En dos ocasiones puede hablar con el extraño.
Un día lo reconocí, caminando abiertamente y con descaro por los corredores de mi vida. Llenándome de valor, fui hacia él y le exigí que me lo devolviera, pero simplemente se negó, casi con tanta desfachatez como la que precisaba para encontrarse donde se encontraba. De modo que cuando volví a encontrarlo, me sentí minúscula, disminuida por su insolencia y mi pedido fue sólo un susurro, una súplica de quien se ha resignado a aceptar una realidad. Aún así noté que lo que le pedía era mucho más pretencioso que lo anterior:
- Compartámoslo.
Rió ante mi anhelo, dio media vuelta y se marchó por uno de los oscuros pasillos de mi vida, con frescura, sabiéndose dueño inmemorial del lugar.
¿Qué podría yo hacer, ante tal abrumadora presencia?
Nada, esperar a que la vida decidiera volver a mí, a que regresara para desleírse conmigo en sólo ser y que devolviera mis colores y mi vuelo.
Hasta entonces, permaneceré aguardando por ella, escondiéndome en estos corredores y suspirando ante el paso de aquel extraño, el que con un fogonazo de su mirada se hizo, temo que para siempre, dueño de mi destino.