domingo, 31 de enero de 2010

Pendjab.


Me asfixia el estarte queriendo ver más que antes.
Me sorprendió lo fácil que se me había hecho, lo simple que fue encontrar dispersión en otras distracciones.
Pero ahora está acá y una vez más muero por hundirme en su perfume.
Nuevamente la dicha sombría de saber que soy libre y que a mi antojo me puedo mover, y el miedo que consagra la contradicción de que sea esa libertad la que me pesa de vez en cuando.

Atada de pies y manos a la sonrisa tentadora que ya casi no recuerdo.
Bloqueos mentales, mis líneas se están secando, ¿no ves? necesito un poco más de vos para transcrbirte.
Aunque corra el riesgo de ser aprisionada nuevamente.
Quien sabe, quizá es eso lo que quiero.
¿Vas a atraerme hacia ti, esta vez?
¿Vas a atarme?
Porque estoy esperando a que me busques un poco para ceder.

Creo que me vuelvo presa fácil cuando me mezclo con tu sabor rebelde.
A veces te pasa también.
A veces nos olvidamos las dos y a aveces nos volvemos a encontrar.
¿Qué quedará después?
Será preocupación futura en mi mente, ahora sólo quiero embriagarme en tu falta de cordura otra vez.

No hay comentarios: