martes, 28 de septiembre de 2010

Antes de verte partir.


Antes de dejarte ir (ya sea que eso pase mañana mismo o dentro de un siglo) no em detendré al impulso de atraerte hacia mi y acarciar una vez más tus labios de locura fina que me envuelve.
Si te veo dar la vuelta y alejarte tras tu último "adios", no vas a pretender que evite las lagrimas que tantas veces me has reclamado con palabras o que no haya un gris glaceando mi mirada. Aun mientras te quieras ir, debería aclararte que desfallecería de alegría y estupor maravillado por el dulce recuerdo de mil tardes en tu compañía.
Descubrí que hay amores que son para siempre, de alguna manera. Y aunque "para siempre" es un tiempo demasiado largo para alguien como yo, esta noche siento que puedo regalarte esa promesa. Quererte sin anhelos de hundir una herida en tu piel y saber muy bien que cuando vuelva a encontrarte en alguna esquina de la vida va a nacer una sensación cálida y no me voy a privar de sonreirte, envolviéndome en el océano del recuerdo cálido, de esa memoria que te susurra que podes respirar y carcajear porque estás en casa.
Antes de que te vayas, amor, quiero que sepas que para mi es único. No te dejaría partir, haría un escándalo. Pero más que nada necesitaría abrazarte varias veces para empaparme de memorias.
Antes de verte ir gritaría a viva voz que te amo y que lo he hecho desde antes de admitírmelo a mi misma, susurraría en tu oído la risa de siempre y me enredaría en la mágica caricia de tu cuerpo agitado por última vez.
Te pediría una última mañana para conversar y acercarte a mi si estás rodeada de penas, o para querer con todas las ganas que recibas mi buzo si hace mucho frío. Te pediría una última tarde para perdernos en la ciudad, entre la gente que desconoce la intensidad de los amores equivocados; y una última noche, para morir por satisfacerte una vez más y dormirme abrazada a tu figura.
No permitiría que te fueras mientras mi amor se siga volviendo cada dia más profundo, porque tenerte lejos puede matar una parte de mi. Pero cuando te quieras ir, corazón, y el día se vuelva un lirio de frío y triste terciopelo ; si tienen que terminar mi más suave ilusión , quiero que cuando llegue me dejes besar tu cuello, rosar tus manos y mirarte a los ojos negros otra vez. Y tal vez con eso descubras que más allá del tiempo siempre vas a quedarte conmigo como un primer amor. Así de fuerte, así de profundo, así de único.

2 comentarios:

ayeezh dijo...

Te juro por Dios que no habrian palabras mas exactas para describir lo que yo siento x Sebastian y que si existen son estas, las tuyas. El escrito mas bello que haya leido jamas, te envidio tonta, sabelo.

SuperFreak dijo...

No es un momento al que quiera llegar.