martes, 19 de abril de 2011

00:39

Un ardor por demás tedioso, una larga fila y un turno de espera que va directo al ticket del suicidio.
La nada misma en lo banal, lo mundano, la profundidad que se perdió y que intenta regresar.
Un colapso y, por fin, una desaparición de las ideas durante más tiempo del que es precavido y el momento de la redención.
Al ambiguo comentario popular y al himno ilustre de unos pocos. La mente siempre lista.
No hay mal ni bien en el lugar donde lo ávidos desesperan.
No hay un paradigma pero se siguen las reglas del juego. Hay jerarquía y a veces no.
Hay hambre, hay ansiedad, hay tensión.
Hay una China de cálculos en cada paso. Hay experimentos y experimentados.
El único paradigma es el todo, pero por ahora hay que saber esperar.

1 comentario:

Lea dijo...

You need a vodka with me.