jueves, 13 de enero de 2011

Dont have to.

No hace falta que te vayas, no.
Si todavía me quedan tantas tardes para ofrecerte. No hace falta que extrañes a nadie más, a nadie que sea pasado, si sigo estando yo acá, como siempre lo he estado. Sentada, mirandote mientras mirás para otro lado, pensándote mientras soñás otras cosas.
Hay tantas noches más que podríamos ver pasar, enredándonos y despues descansando sobre las sábanas. Mis dedos acariciando tu espalda, pudiendo al fin olvidar que el mundo es un lugar demasiado gris allá afuera y que hay amores menos equivocados. (Pero también menos hermosos cuando se abrazan tranquilos en el medio de la noche)
No hace falta que le dediques tus poesías a alguién más ¿No te he escrito yo más de mil veces? Una carta por noche. Y ninguna te la envié.

No hace falta que ya no vuelvas.
Deberías volver y de inmediato. Mi cabeza es un desastre sin tu risa y hay una exagerada decadencia en mi humor. Pensar que yo me ahogaba por hacerte reir.

No digas más que no sos sólo mía.
Compartirte es más generosidad de la que puedo fingir.
No como antes, que gritaba"mía" si te miraban por ahí.
Y después echábamos a reir.


No hace falta que intente olvidarte.
De todos modos no lo puedo hacer. Aunque me refugie en otros corazones, aunque intente despistarme
Es completamente inútil, por fin lo he comprobado.


No hace falta que te vayas, no.
Los días se vuelven tan largos, cuando antes no alcanzaba el tiempo para terminar de disfrutarte.
No hace falta que te vayas, no.
Todavía te espero, todavía tenés mi corazón completo; dormís con él todas las noches.
Todavía te amo, pero no puedo decírtelo desde entonces.



No hace falta que te vayas.
A la noche hace frío y no tengo cómo abrazarte.
No te hace falta que te vayas, no.

No hay comentarios: